Para realizar el ordenamiento de la sociedad, se pueden utilizar algunos criterios de clasificación que ayuden a encontrar una diferenciación entre distintos grupos poblacionales. La primera, se realiza a partir de la pertenencia a una clase social (clase alta, clase media, clase baja; por ejemplo). Una segunda clasificación puede darse por la pertenencia a un grupo generacional (niños, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, entre otros). Una tercera por la pertenencia a una grupo étnico (indígenas ayoreos, indígenas aymaras, indígenas quechua, y otros muchos más). Finalmente, la cuarta se refiere a una clasificación por pertenencia genérica, de género (masculino, femenino).
En todos los casos se presenta un grado de pertenencia territorial; es decir, que puedan ser parte de lo urbano o lo rural. Además, en lo urbano se presenta una subdivisión entre la población que habita las zonas perifericas y la que se encuentra privilegiada por los beneficios que la sociedad genera. La otra pertenencia, muy aparejada a la territorialidad, es la pertenencia cultural que reconoce la múltiples manifestaciones culturales en las áreas rurales, como también la muchas otras culturas que están en la urbanidad.
Un segundo tipo de ordenamiento que se puede realizar en la sociedad está dado por el tipo de acceso a bienes y servicios que tiene la población. A modo de ejemplo, podemos mencionar el acceso a servicios de educación, que a la vez se puede delimitar a qué servicio educativo: público o privado; con qué tipo de calidad; lo grados a lo que pertenece; el nivel educativo: primario, secundario, superior (técnico, universitario).
A título enunciativo podemos mencionar algunas otras posibilidades de clasificación por el acceso:
- Acceso a servicios básicos; como agua, alcantarillado, luz, entre otros.
- Acceso a servicios de salud; como ser posta médica, hospital de primer o segundo nivel, clínica; además, el tipo de servicios que son ofrecidos lo que determinará los déficit´s en la prestación del servicio y la calidad de la misma.
- Acceso a vivienda; dependiendo de la ubicación de la misma se podrá subdividir por el tipo de material utilizado en su construcción y el tipo de acabado que tiene.
- Acceso a servicios de telefonía; si tiene conectividad a servicios fijos o móviles y el tipo de uso que se le da.
- Acceso a información; aparejada a la posibilidad que la población cuente o no con medios de información de uso continuo.
- Acceso a un tipo de empleo; subclasificando entre asalariados, trabajadores por cuenta propia y otro tipo de clasificaciones.
- Acceso a ingresos económicos; pudiendo ser salarios mensuales, por destajo, u otras maneras de generar ingresos. Es importante conocer si este ingreso cubre los costos que demanda la canasta familiar y si las personas, y familias, tienen capacidad de ahorro.
- Acceso a la toma de decisiones; aparejada con la participación de la población en los espacios en lo que se debate los destinos comunes.
- Se puede adicionar otro tipo de accesos que ayuden a clasificar mejor a la población.
A partir de estás dos formas de clasificación, se puede construir una matriz que permita mejorar el ordenamiento de la sociedad; consiguientemente, que ayude a perfeccionar las formas de delimitar la población objetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario